jueves, noviembre 30, 2017

La niña de ojos azules


A mis niños
hijos de hijos del mundo
para que nada ni nadie
los sorprendan los hieran
y por siempre estén alerta
ante los nadas y los nadies que
gustan de la moral del látigo para
seguir siendo los nadas y los nadies
y querer que sus hijos también lo sean
contra ellos mis niños siempre han de
ser  lo que ellos mismos se construyan

Dibujo/Carmina a los 3 años
Cuento que cuento… hubo una vez…
¡qué bella bebé recién nacida
en los brazos de la madre! con
nombre musical que empieza en
nota fa y termina en la nota la
clave sol como puente de unión
componiéndole una sinfonía
para ejercer por siempre la vida
¡qué deslumbrantes sus ojos azules claros
que recuerdan el nacimiento del cosmos!
y crecía bella alegre tierna su inocencia
¡qué disfrute beberla!


 Y ya niña de unos cuatros añitos
con su libertad originaria suelta
se aposentaba del cuarto de estudio
soltando sin cortapisa sus originarias
libertad amor alegría belleza y verdad
¡qué disfrute de tales ofrendas!

Y ¡qué alegría saltando en la cama!
que hacía su posesión sin miramiento
y más de una vez como bella intrusa
y furtiva se acostaba conmigo
¡y me contaba y yo le contaba!
¡su vocecita dulce y la calidez
de su cuerpecito parecía
trepar por las paredes
para subir a los azules

Momentos gratos pasábamos
echándole cuentos que ella pedía
¡con qué pasión alegre los disfrutaba
junto aquel niño que llevo dentro!
ambos se soltaban el moño compartiendo
y bebiendo hasta el hartazgo las fantasías

  
Y un día aconteció una tremendura
que tuvo los signos de una tragedia:
un frasco de medicina en sus manos
quedó trastocado en objeto de juego
¡imagino su disfrute de los arcoíris que
en cataratas de luces se derramaban!

¡Terrible falta cometida…! según
el pensar de la Autoridad famile
causó que dejara de venir…

Y ejerciéndose
la férrea escuela de crianza bajo
la moral militante de la represión
se dictó su ejemplarizante lección
¡para que más nunca lo vuelva hacer
porque las cosas ajenas se repestan!
y como un día apareció siendo bebé
en otro ya hecha niña desapareció
y ¡el disfrute mutuo se extinguió!
  
 Al tiempo de meses llegué verla…
exteriormente la misma bella niña de ojos luz
y quise que mi mano otra vez jugara en su cabellera
y con horror palpé el fluido pegajoso de la represión
busqué sus bellos ojos pero en angustia escapaban
y esas luces que antes cantaban su bella inocencia
ahora en sus pupilas anidaban sombras temerosas
¡el nido miedo-temor sembrado blandía su rostro!
sepultando su amor alegría libertad originarias
  
¡Colorín colorado este cuento ha terminado!
cuento que he contado por sentir la pérdida
 del tesoro de ternuras que desfrutaba pero
mucho más por el asombro de ver el miedo
sembrado en una niña que solo quiso jugar
¡qué caro es la osadía de inventar juguetes!

Y ansío que la niña de los cuentos que nos contábamos
vuelva renacer sobre las cálidas olas de su inocencia y
la vida originaria con la que nació venza a esa violencia
¡bella niña que el amor triunfe en el vivir de tu vida!