A mis niños
hijos de hijos del mundo
para que nada ni
nadie
los sorprendan los hieran
y por siempre estén alerta
ante los nadas y los
nadies que
gustan de la moral
del látigo para
seguir siendo los nadas
y los nadies
y querer que sus hijos también lo sean
contra ellos mis niños siempre han de
ser lo que ellos mismos se construyan
Dibujo/Carmina a los 3 años |
Cuento que cuento… hubo
una vez…
¡qué bella bebé recién nacida
en los brazos de la madre! con
nombre musical que
empieza en
nota fa y termina en la nota la
clave sol como puente de unión
componiéndole una sinfonía
para ejercer por
siempre la vida
¡qué deslumbrantes sus ojos azules claros
que recuerdan el nacimiento del cosmos!
y crecía bella
alegre tierna su inocencia
¡qué disfrute beberla!
Y ya niña de unos cuatros añitos
con su
libertad originaria suelta
se
aposentaba del cuarto de estudio
soltando
sin cortapisa sus originarias
libertad amor alegría belleza y verdad
¡qué
disfrute de tales ofrendas!
Y ¡qué alegría saltando en la cama!
que hacía su
posesión sin miramiento
y más de una vez como
bella intrusa
y furtiva se acostaba
conmigo
¡y me contaba y yo le contaba!
¡su vocecita dulce y
la calidez
de su cuerpecito
parecía
trepar por las
paredes
para subir a los
azules
Momentos
gratos pasábamos
echándole
cuentos que ella pedía
¡con qué pasión alegre los disfrutaba
junto aquel niño que llevo dentro!
ambos
se soltaban el moño compartiendo
y bebiendo
hasta el hartazgo las fantasías
Y un día aconteció una
tremendura
que tuvo los signos
de una tragedia:
un frasco de
medicina en sus manos
quedó trastocado en
objeto de juego
¡imagino su disfrute de los arcoíris que
en cataratas de luces se derramaban!
¡Terrible falta cometida…! según
el pensar de la Autoridad
famile
causó que dejara de
venir…
Y
ejerciéndose
la férrea
escuela de crianza bajo
la
moral militante de la represión
se
dictó su ejemplarizante lección
¡para que más nunca lo vuelva hacer
porque las cosas ajenas se repestan!
y como
un día apareció siendo bebé
en
otro ya hecha niña desapareció
y ¡el disfrute mutuo se extinguió!
Al tiempo de meses llegué verla…
exteriormente la
misma bella niña de ojos luz
y quise que mi mano
otra vez jugara en su cabellera
y con horror palpé
el fluido pegajoso de la represión
busqué sus bellos
ojos pero en angustia escapaban
y esas luces que
antes cantaban su bella inocencia
ahora en sus pupilas
anidaban sombras temerosas
¡el nido miedo-temor sembrado blandía su rostro!
sepultando su amor alegría libertad originarias
¡Colorín colorado este cuento ha terminado!
cuento
que he contado por sentir la pérdida
del tesoro de ternuras que desfrutaba pero
mucho
más por el asombro de ver el miedo
sembrado
en una niña que solo quiso jugar
¡qué caro es la osadía de inventar juguetes!
Y ansío que la niña
de los cuentos que nos contábamos
vuelva renacer sobre
las cálidas olas de su inocencia y
la vida originaria
con la que nació venza a esa violencia
¡bella niña que el amor triunfe en el vivir de tu vida!