sábado, enero 28, 2023

Crónica de una mortandad

  

Rostros diversos en imágenes diversas
rodeándonos por todas partes testimonian
que esta vida más que vivirla la padecemos
pero sus resacas mandan a seguir la lucha
y metamorfoseándonos en este hombre
llegaremos triunfante a  ser humano!


Desesperación/Oswaldo Guayasamin

Jaced, de Venezuela

Como andante de Juan Sebastián Bach
el alba despunta su amanecer inspirando al
piano solitario en adagio cantar su sonata
¡cuántas esperanzas todavía esperando y
el sueño aún sin poder ser realidad vivir!
y al flautín en canto de sonata de pájaros
señalando caminos que ansiosos esperan
¡la esperanza hallará su senda cuando el
hombre construya la vida solo de amor!
 
Pero el hombre siglos perdidos en sus huellas
y ebrio anda en la existencia envenenándose
inmisericorde destruyendo sus fuentes de vidas
que lo hunden cada vez más en los vacíos hasta
ser el único ser que envenena el aire que respira
el agua que toma la flora y la fauna que dan
el diario sustento a él y también a la vida


Y ese desprecio a la vida expresado
en su grotesco existir testimonia por
siglos su vivir artificial que lo sume en
un tremedal existencia entre  gases de
carbón de petróleo desechos industriales
bebidas en grados de alcoholes diversos y
de la pólvora de los fuegos artificiales que
suele explotar en sus jolgorios tradicionales
de altos beneficios para sus élites festejantes
dueños casi absolutos de la vida de los otros
 

Fuegos artificiales envenenando a la vida

Alegrías primitivas que parecen decir
¡vivir yo solo los demás que mueran!
espantan el amor dejando desnudo a
este somos que somos accionando su
obra extinguidora de todo aquello que
encuentra a su paso sólo para obtener
ganancias a favor de sus propiedades
 
Y en una de esas tantas noches
digamos una de estas penúltimas
¡esas noches del mes de diciembre!
tantos fuegos artificiales agrisaron
los cielos pero algunas afortunadas
nubes el viento logra salvarlas junto a
diversas pequeñas criaturas vivientes


Y densidades de gases tóxicos
lentamente pero inexorable descienden
como inyecciones letales sobre las vidas
matando a unas de inmediato otras para ir
hacerlo lentamente en el correr del tiempo
¡letalidades como virus latentes en la vida!
y en medio de ellas vemos a este hombre
como siniestro payaso lanzando risotadas
 
Y en andar silentes sigilosas ocurren
muertes de infinidades de seres vivos
bajo sus bulliciosas fatídicas alegrías
que les son proporcionadas por las
explosiones de sus fuegos artificiales
en alocadas pirotecnias que parecen
ser fiel retrato de su locura desatada
 

La gente comprando fuegos artificiales

¡Mortandad! !masacres!
 símil de guerras mundiales
provocadas por estos fuegos artificiales
en toda la vida del planeta Tierra haciéndola
esfera sepultura radiando gases de muertos
¡vida latente resistiendo al veneno encubado!


Así la vida de sus yemas retoños pólenes
hojas savias semillas embriones huevos
y la de todo aquello vivo que va naciendo
discurre en un envoltorio de gases letales
¡semejando a un crematorio! que los mata
unas de inmediato otras muy lentamente
 

Productos de la Industria de los fuegos artificiales

Y de pronto se silencia aquella tarde
¡cesa el canto de las chicharras…huye
la alegría de las copas de los árboles!
y como del cénit cayendo en silencio
aleteando en conmoción azules
su grácil cuerpo deja la vida
¡mis ojos miran sus ojos y el
pájaro azulejo yace muerto!
 
Y bajo mantos de tristezas
el viento que trae su canto
se envolvió en el luto de su aire y
una voz terrible anuncia el suceso
 “sus pulmones y venas no pudieron
purificar su sangre ¡muerte súbita!
a causa del letal envenenamiento”
¡cuántos otros seres habrán sido!
 

Yace el pájaro azulejo muerto

Entonces después de cada fiestón
la vida sus tristes ojos del alma ven los
nidales con sus huevos envenenados y rotos
que se convierten en tumbas de sus pichones
yemas y retoños muertos sobre la piel del vegetal
savia contaminada por el aire y la lluvia envenenada
orugas que no pudieron tejer sus crisálidas mariposas
que no pudieron abrirlas quedando en sepulcros y hasta
el llantoalegría del niño recién nacido le oímos en ecos
como tristes lejanas letanías en largos réquiems
 

Huevos de pájaros envenenados y rotos

Y la cadena de la vida entra en convulsión
sintiendo rotos sus eslabones que alteran
los ciclos de la vida en la atmósfera en las
aguas y dentro de la Tierra dislocando a
sus estaciones y a ese hombre hundido
en los desamores en las desesperanzas
en sus indiferencias ante el dolor de la vida
 
Pero tercos empeñados en crear vidas
el alba continúa abriendo en auroras
el botón abriéndose en su flor en el
jardín llamando a los polinizadores
la paraulata sobre la flora elevando su canto
la mariposa monarca en sus vuelos de largas
migraciones buscando alegre en donde anidar
el río yendo a lavar sus aguas en los océanos
las lluvias limpiando las nubes de los cielos y
los vientres de las madres en amor bordan
paciente su  cadena de los hijos de hijos
 

La risa del vivir del niño

Y los llantosalegrías del niño
creciendo se hacen risas para
convertirse en la sinfonía vivir
creando fogatas de alegrías en
los corazones de los que aman
haciéndose Odas de alegrías para
que en verdad la vida viva su vida
¡Oh hijos siempre en su corazón!

 

 


Anidamos en las alas de la alegría
aun en las que aletean en la tristeza

Ediciones jaced