domingo, noviembre 03, 2019

El retoño


La vida en ciclo
por siempre procreándose…
la simiente gestando infinito flora
empujada por la selección natural
dentro de su dimensión biológica
pero en la especie hombre el
niño en su ciclo aún no ha podido
gestarse en  el infinitum humano

Foto/Mery Sananes
Como un niño saludándome
encuentro un retoño  alegre
trajeado de un dulce verde
irradiando luz verdiamarilla
que brota de una rama caída
como tratando levantar la vida
y que nunca más tenga caídas


Y como niño travieso en
acrobacia va entretejerse
en tupida foresta verde
donde van anidar pájaros
mariposas y luciérnagas
cocuyos y chicharras
para alegría de niños y
de todo aquel que ame

Y su propio nacer testimonia
la alegría en la primavera  y en
el verano  que más adelante se
abrirán en otoño e invierno
todo vestido de melancolías
que endulzan el goce de vivir

Foto/jaced
Y bajo síntesis
viviendo en hojas o algas
líquenes musgos o flores
desgrana sus gamas de
verde al luminoso bronce
pasando por los amarillos
 y naranjas al sepia y ocre
en abanico bajo el viento
definiendo a la belleza
a través de la primavera
verano otoño e invierno
Viajante en resurrección su
existir será un constante volver
bajo sus propias luces verdeantes
unas veces en primavera y verano
vestido bajo tapices de alegrías y
otras en otoño e invierno luciendo
largos  mantos de melancolías para
que la vida sea totalmente apacible
Porque es la vida
que sólo aprendió
andar hacia adelante
para perpetuarse en
un va y viene viviendo
siempre en ciclo

Foto/jaced
Pero en este tiempo de vida
donde andamos bajo penas
¿por qué el niño no termina
tejerse en hombre para vivir
vida infinitamente humana?
como ese retoño vestido en
hoja musgo alga líquenes
hierba o flores terminando
en un feliz vivir como flora

Y en esencia dentro de la flora
siempre adviniendo en ciclo
en verso canta soy retoño!
igual a ese niño en ciclo
en su primer llantoalegría
canta soy niño…niño soy!

Y desde soy
bañándome en albas
que abren en auroras
de los hondos azules
baja en polifonía
Yo me canto…por
siempre humano!





Anidamos en las alas de la alegría…
aun en la pluma refugiada en la tristeza
Ediciones jaced