Rostros diversos en imágenes diversas
rodeándonos por todas partes testimonian
que esta vida más que vivirla la
padecemos
pero sus resacas mandan a seguir
la lucha
y metamorfoseándonos en este hombre
llegaremos triunfante a ser humano!
Como andante
de Juan Sebastián Bach
el alba despunta su amanecer inspirando al
piano solitario en adagio cantar su sonata
¡cuántas esperanzas todavía esperando y
el sueño aún sin poder ser realidad vivir!
y al flautín en canto de sonata de pájaros
señalando caminos que ansiosos esperan
¡la esperanza hallará su senda cuando el
hombre construya la vida solo de amor!
Pero el hombre siglos perdidos en sus huellas
y ebrio anda en la existencia
envenenándose
inmisericorde destruyendo sus fuentes
de vidas
que lo hunden cada vez más en los vacíos
hasta
ser el único ser que envenena el
aire que respira
el agua que toma la flora y la fauna que dan
el diario sustento a él y también a la vida
Y ese desprecio a
la vida expresado
en su grotesco existir
testimonia por
siglos su vivir
artificial que lo sume en
un tremedal existencia entre gases de
carbón de petróleo desechos industriales
bebidas en grados de alcoholes diversos y
de la pólvora de los fuegos
artificiales que
suele explotar en sus jolgorios
tradicionales
de altos beneficios para sus élites festejantes
dueños casi absolutos de la vida de los otros
Fuegos artificiales envenenando a la vida
Alegrías primitivas que parecen decir
¡vivir yo solo los demás
que mueran!
espantan el amor dejando desnudo
a
este somos que somos accionando
su
obra extinguidora de todo aquello que
encuentra a su paso sólo para obtener
ganancias a favor de sus propiedades
Y en una de esas tantas noches
digamos una de estas penúltimas
¡esas noches del mes de
diciembre!
tantos fuegos artificiales
agrisaron
los cielos pero algunas afortunadas
nubes el viento logra salvarlas junto a
diversas pequeñas criaturas vivientes
Y densidades de gases tóxicos
lentamente pero inexorable descienden
como inyecciones letales sobre las vidas
matando a unas de inmediato otras para ir
hacerlo lentamente en el correr del tiempo
¡letalidades como virus latentes en la vida!
y en medio de ellas vemos a este hombre
como siniestro payaso lanzando risotadas
Y en andar silentes sigilosas ocurren
muertes de infinidades de seres vivos
bajo sus bulliciosas fatídicas
alegrías
que les son proporcionadas por las
explosiones de sus fuegos
artificiales
en alocadas pirotecnias que parecen
ser fiel retrato de su locura desatada
La gente comprando fuegos artificiales
¡Mortandad! !masacres!
símil
de guerras mundiales
provocadas por estos fuegos
artificiales
en toda la vida del planeta Tierra
haciéndola
esfera sepultura radiando gases de muertos
¡vida latente resistiendo al veneno encubado!
Así la vida de sus yemas retoños
pólenes
hojas savias semillas embriones huevos
y la de todo aquello vivo que va naciendo
discurre en un envoltorio de gases letales
¡semejando a un crematorio! que los mata
unas de inmediato otras muy lentamente
Productos de la Industria de los fuegos artificiales
Y de pronto se silencia aquella tarde
¡cesa el canto de las
chicharras…huye
la alegría de las copas
de los árboles!
y como del cénit cayendo en
silencio
aleteando en conmoción azules
su grácil cuerpo deja la vida
¡mis ojos miran sus ojos
y el
pájaro azulejo yace muerto!
Y bajo mantos de tristezas
el viento que trae su canto
se envolvió en el luto de su aire y
una voz terrible anuncia el suceso
“sus pulmones y venas no pudieron
purificar su sangre ¡muerte súbita!
a causa del letal envenenamiento”
¡cuántos otros seres habrán sido!
Yace el pájaro azulejo muerto
Entonces después de cada fiestón
la vida sus tristes ojos del alma ven los
nidales con sus huevos envenenados y rotos
que se convierten en tumbas de sus pichones
yemas y retoños muertos sobre la piel del vegetal
savia contaminada por el aire y la lluvia envenenada
orugas que no pudieron tejer sus crisálidas mariposas
que no pudieron abrirlas quedando en sepulcros y hasta
el llantoalegría del niño recién nacido le oímos
en ecos
como tristes lejanas letanías en largos réquiems
Huevos de pájaros envenenados y rotos
Y la cadena de la vida entra en convulsión
sintiendo rotos sus eslabones que alteran
los ciclos de la vida en la atmósfera en las
aguas y dentro de la Tierra dislocando a
sus estaciones y a ese hombre
hundido
en los desamores en las desesperanzas
en sus indiferencias ante el
dolor de la vida
Pero tercos empeñados en crear vidas
el alba continúa abriendo en auroras
el botón abriéndose en su flor en el
jardín llamando a los polinizadores
la paraulata sobre
la flora elevando su canto
la mariposa monarca en sus vuelos de largas
migraciones buscando alegre en donde anidar
el río yendo a lavar
sus aguas en los océanos
las lluvias limpiando las nubes de los cielos y
los vientres de las madres en amor bordan
paciente su cadena de los hijos de hijos
La risa del vivir del niño
Y los llantosalegrías del niño
creciendo se hacen risas para
convertirse en la sinfonía vivir
creando fogatas de alegrías en
los corazones de los que aman
haciéndose Odas de alegrías para
que en verdad la vida viva su vida
¡Oh hijos siempre en su
corazón!
Anidamos en las alas
de la alegría
aun en las que
aletean en la tristeza
Ediciones jaced