Y se oye el clamor
¡la vida!
pero en verdad ¿cuál
vida?
hoy sus ojos están llenos
de lágrimas y
su piel ocre supura sangre
bajo el dolor
mortandad de viejos
ayeres odio arreciado
desde febrero del 2014 y abril-junio del 2017
pero siempre el
grito expandido en eco
una historia que
incansable se repite
¿hasta cuándo? todavía
nadie responde
nadie responde
¡La vida! cuando vivámosla en
alegría
por estar plena de las
sustancias del
amor libertad belleza verdad
justicia
sobre el gran regazo de la
naturaleza
viviendo los solsticios de
verano otoño
de invierno de primavera inundando
todo
bajo el giro espléndido del sol
y de la luna
irradiándonos sus luces alegres en
una
sociedad hombre hermano del
hombre
Y preguntamos: ¿en verdad los jardines
zoológicos y
botánicos,
los parques, refugios, reservas, santuarios
turismo
ecológico salvan especies de la flora y fauna
o por
lo menos detienen o aminoran su proceso de extinción
o convencen
al hombre que detenga su activad depredadora?
¿Y realmente
siembran conciencia sobre la elemental verdad
de que todos los seres vivos de la naturaleza tienen el
mismo
derecho de vivir la vida? ¿o sólo son en la práctica testimonios
que prueban que por
esos medios no se logra la tal conciencia?
Creemos que la solución
verdadera está en devolverles la vida
plena de libertad en
toda la naturaleza. Y a cada uno, según su
escala de
existencia, se le garantice la restitución de su hábitat
Acostumbrados pasos del
hombre
buscando la paz verde de
los árboles
van al parque del Este
donde le espera
aquel banco fiel amigo
frente al estanque y
ambos pacientes miran
aquellas garzas blancas
reflejadas en las aguas
como imágenes estáticas
que en códigos acuáticos
parecen contarles
sus vidas de años en ese
acuoso hábitat
Y le abrazan aquel dulce cantar de los
arbustos
entretejidos en la tarde
dormida de piel sepia
que a pasos va anidándosele en sus adentros
para esperar paciente por otra
noche más
anhelando en verdad que abra
en amanecer
Entretanto una garza como
luz blanca
fija mirando las aguas del
estanque
espejo que por años registra
su vida
cercada de alambre como al
hombre
testificando una violencia
que los envuelve
y como en foto instantánea
sus ojos cazan
para calmar su hambre e
inalterable su vida
abre sus alas en su
esplendida belleza blanca
y levanta corto vuelo creyéndose
en libertad
pero es tan honda la huella
de años de cerca
que la carga consigo
haciéndola regresar
¿hacia dónde volar con tan
pesada rutina?
Y destellando la blancura de
sus alas
parece intentar ensayos de vuelos
breves
pero siempre regresa al
mismo lugar y
son tantas veces que las
aguas la retratan
como si quisieran sembrar
allí su existencia
y él contemplándola siente
oprimírsele su pecho
¿hasta cuándo cercar la
vida que quiere ser libre?
y cómo quisiera la garza vivir
en naturaleza abierta
Y sorprendido ve al cielo
romper su quietud
por aquella invasión de
vuelos de las guacamayas
libre! libre! son sus gritos que rebotan en las nubes
para quien quiera beber en
el gozo de la vida
trayendo su bullanguería
alegre desde la sierra
El Ávila azul en amanecer
verde en atardecer
montando su fiesta en las
copas de los árboles
alboroto de cantatas que
llaman al hombre y
a la garza a conquistar
también su libertad
y ambos exhalan suspiros libres
al viento
Y allá entre las nubes se
asoma la noche
lenta dulce avanza
cubriendo el estanque
él como la garza sienten
trazas de alegrías
que se tiñen en la misma espera
del banco
que solitario queda bajo el
soplo de la brisa
abriéndose paso entre las
tenues penumbras
mientras la garza va guardarse
a su palmar
y el hombre ya reflexivo
también a su hogar
pero ¡volverán! para vivir en instantes la vida
Él ser Hombre y ella garza
ser Ave
en esos instantes cada uno
en su escala
viviendo pedacitos de
historias verdaderas
pero intuyendo un amanecer
donde él y ella
llegarán hacerla verdadera historia
completa
entonces ambos podrán vivirla
en la vida
auténtica como la de los
niños jugando
Y la garza el banco el
estanque el hombre junto a las
guacamayas los niños sobre
todo la libertad que exhalan
denuncian esta vida castrada
que por siglos padecemos
pero también exponen la decisión
de alcanzar otro vivir
y es el hombre la cancha
donde está la pelota
con la que debe librar el
partido final por la vida
¡Oh infancia que a trazos muestras lo que
en la realidad pura debiera ser la vida a vivir!
¡oh tiempo que podrías abrirte en tiempo porvenir
para que en verdad seas espacio cuna de otro vivir!
¡oh garza blanca en estos tiempos tan sombríos
quizás es tú momento de restaurar tu natural luz blanca
y como una aurora iluminar a nuestro mundo interior!