miércoles, mayo 07, 2008

UN HACER QUE HABRIA QUE CAMBIAR




Y ahora le tocó a Birmania… ¿Y mañana?

Todavía se oyen las “voces” enterradas por el maremoto Tsunamis -Asia-, las del huracán Katrina -EEUU-, y a través de ellas, las milenarias “voces” acalladas por los tantos ciclones, huracanes, terremotos, deslaves, inundaciones, maremotos, etc., que en el tiempo ha padecido el hombre: ¡desastres “naturales”! es la calificación que el mismo hombre les ha asignado.




Y el viernes 2 de mayo por la noche , las mismas “voces”, con fuerza aún mayor, se vuelven a oír. Esta vez en Birmania –hoy, Myanmar-, bajo la acción del ciclón Nargis, cuyo paso -según fuentes noticiosos- deja unos 100.000 muertos, un elevado número de desaparecidos difícil de cuantificar, y altas cifras -aún mayor- de heridos, desplazados, y damnificados: son los mismos de un ayer –cercano y lejano- hasta hoy, que quedan “bien muertos” sin que nadie los “pague”, los reclame, y ni siquiera la posibilidad de señalar posibles autorías: verdaderos muertos anónimos. Y los desaparecidos, damnificados, éxodos humanos, nunca cuantificados. Fuerzas naturales "inmisericordes" que en general atacan a la especie humanaa los hombres que le han tocado la "suerte" de vivir en medio de carencias físicas, económicas y sociales. Algunos, se atreven a calificarlos como “castigos de Dios”, en franca rememorancia de la inundación bíblica cuando en tiempos de Noe.

Y al lado de estas “voces”, se oyen las otras “voces” -que ya se hace costumbre escuchar- de la Ciencia, de las elites “cultas”, políticas-económicas gobernantes, religiosas, de las Instituciones regionales y mundiales -simples alertas-amenazas-, acerca de los efectos del recalentamiento global de la Tierra, de la contaminación de la atmósfera, envenenamiento químico de las aguas –dulces y marinas- del cambio climático – ejemplo, fenómenos el “niño” y la “niña”, y el deshielo- la desertización de la tierra, sequía de las fuentes del agua. Para un cuadro más actualizado del mundo que vivimos, habría que agregar los “desastres” humanos, en su larga lista, de guerras, hambrunas, superpoblación, mortandad infantil, epidemias infecto-criónicas, desnutrición, pobreza, miseria en distintos grados, terrorismos, represiones políticas y religiosas, etc., y todo esto ocurre frente a una acumulación desmedida de riquezas en manos de minorías sociales.

Y para “ilustrar” ambos tipos de “desastres”, también una larga lista de Foros mundiales y regionales, discursos, exaltaciones, alertas, recomendaciones, estudios “sesudos” de las Ciencias, los cuales se repiten casi en la misma insistencia con que se repiten los llamados “fenómenos” naturales, acusados de los “desastres naturales”. Pero nada ocurre, nada cambia. Y hoy es Birmania –gobernada por una cruenta dictadura militar-, mañana, la lista seguirá su curso, sin que las acciones humanas muestren un signo distinto, más allá de los acostumbrados actos de ayuda y solidaridad, que pese a las “buenas” intenciones, siempre deja a un buen números de nuevos ricos. Aquí traemos una foto muestra y un video que nos da una idea aproximada del efecto del ciclón Nargis en su paso sobre Birmania.

http://www.bbc.co.uk/spanish/avconsole/bb_wm_fs.shtml?redirect=fs.shtml&lang=es&nbram=1&nbwm=1&bbwm=1&bbram=1&ws_pathtostory=http://www.bbc.co.uk/spanish/avnews/avfile/2008/05/&bbcws=1&ws_storyid=080505_birmania

Y otra de la represión política ejercida por la minoría militar dominante de turno (desde 1988). Las imágenes de arriba, y esta de abajo (ccorresponsal japonés Kenji Nagai abatido a tiros), nos traen la realidad cotidiana de la Birmania de hoy.

Y sin embargo, esta misma Birmania, en estas imágenes, debemos leerlas como una aspiración humana, que como tantas otras en la faz de la Tierra, luchan por abrirse camino hacia tiempos porvenires. Y es lo que queremos mostrar, también como otros efectos potenciales, que aún cuando cubierto por carencias y frenados por limitaciones, bien podrían indicarnos fuerzas escondidas que esperan por su desarrollo hacia un bienestar más favorecido. Por ejemplo como estos rostros de estos niños y el de esta madre.


Y en esta capacidad, fuerza, ingenio, destreza, creación, que en el ejercicio del oficio para vivir en el tiempo, han lograr traer hasta el presente una subsistencia –por encima de ambos “desastres”- que con empeño humano es posible encauzar hacia un futuro de más porvenir


Y en el tiempo este esfuerzo, éste ingenio, esta lucha por vivir del hombre, en esta tierra birmana –Myanmar-, ha estado allí. aguardando su otro tiempo. Y esta paloma,como nube blanca, hoy posesionada en su cielo, habrá de descender hacia tierra firme. Y será el tiempo donde tierra y cielo se unan para construir un verdadero espacio –Birmania-, un hábitat realmente humano.