jueves, mayo 08, 2014

“Día Internacional de la Tierra” o ¿un S.O.S?




Y ¿cómo amar
algo o a alguien
si  no se tiene o no
se siente amor por
ese algo o ese alguien?
La avaricia el dinero
el egoísmo la vanidad
el odio la violencia
por algo o por alguien
niegan el amor


A la izquierda, arriba, se ve una parte del anillo de Saturno
 y abajo la Tierra. A la derecha, vemos a la Tierra y la luna
como dos puntitos luminosos en el inmenso Universo
¿Será que “algo” tan pequeñito no suscita el amor?
 Pero véalo, incite su imaginación  y siéntalo usted mismo
(presione tecla Ctrl +Clic en el siguiente enlace)
Y estos 2 punticos son la Tierra y la luna en tiempo real
como si usted estuviera realmente en la nave Cassini
el 19 de julio de 2913 tomando esta fotografía. Y sumido en
el asombro sentir que vivimos en ese puntito azulado. Algo
que pareciera increíble ¿Pero la conducta actual del hombre
en este puntito en el Universo tiene racional explicación?
¿Al igual que ese puntito, no debería ser también igualmente
maravilloso en un hacer de creación-construcción?
¿por qué para vivir necesita depredar a la Tierra en abierta
negación de los fines de su Ciencia y de su propia  vida?
Afortunadamente todavía hay tiempo para cambiar
Desde 1970 cada 22 de abril, a los cuatros vientos se proclama “Día Internacional de la Tierra”. Se afirma que se creó éste día para “generar participación y conciencia ambiental” ¿y antes qué?, pero a renglón seguido se enumeran los graves problemas –calentamiento global, ruptura del equilibrio climático, deforestación global de la flora y su fauna, extinción del “laboratorio” de la Tierra: los humedales o pantanos, la lluvia ácida, epidemias, guerras locales y regionales, desertización y sequías que producen hambrunas, deshielo de los polos, industrialización que genera contaminación ambiental, deforestación de la Amazonia que compromete el aire que respiramos, constantes inundaciones, apenas sobrevivencia de vastos sectores de una población que ya llega a 8.000 millones de seres, etc.-  que amenazan la existencia de la vida del Planeta Tierra  ¿Entonces, cómo es esto? ¿Día Internacional de la Tierra o internacionalización o globalización de sus problemas mundiales? Y pareciera ser lo último porque cuando revisamos las estadísticas y leemos Informes mundiales vemos que estos problemas siguen con sus tendencias crecientes. Informes y estadísticas que incansable piden un cambio de actitud sin que los responsables hasta el presente oigan. Invitamos hacer clic en el vínculo siguiente:

¿A qué se deberá que el hombre de este tiempo en lugar de resolver las crisis que crea, lo que hace es fundar “Días” bajo el argumento de “crear conciencia”? Así, junto a sus “fiestas anuales”, crea: “Día del agua” “Día de la alimentación”, “día del niño”, “día de la mujer”, “día del cáncer”, etc., etc. Sabemos que son invenciones-trampas de la Industria-Comercio para amasar jugosas ganancias: un mecanismo más para la acumulación. Pero, además, pensamos ¿no será que se da cuenta que en las cuestiones  más sensibles que hoy afectan a la vida aún no tiene ninguna conciencia? En su lugar sólo exhibe indiferencia, insensibilidad. Osea, una confesión de conciencia que no tiene conciencia. Porque si no es así, entonces, ¿por qué no corrige su conducta, por qué ese empeño en repetir la misma historia? Por ejemplo, en la Industria, sustituir las llamadas energías “sucias” –las fósiles: petróleo, carbón, y la nuclear- por las energías no contaminantes.  O ¿Cree, acaso, que fundando “días” se van resolver los problemas? Ahora, crea el “Día Internacional de la Tierra” para “generar conciencia”. Pero, en la práctica, solo está eludiendo responsabilidades, producir “ruidos” que distrae la atención, negarse a invertir para cambiar la actual estructura económica-política-social, porque no quiere ver más allá de su vida biológica, y solo pensar en su corta vida que vive en el presente. En síntesis,  “tapar el sol con un dedo” –como dice el dicho-, y de paso, enmascarar, ponerle velo a la realidad que amenaza a la Tierra, y con ello, evitar la toma real de conciencia. La “crónica” de las Convenciones sobre el ambiente –caso Protocolo de Kioto, Japón- es prueba de ello.

En verdad, si creemos que tiene una “conciencia”, pero una “conciencia” de solo explotar-atesorar-apropiar bienes materiales, de llevar el goce-lucro a dimensiones inimaginables: la sagrada religión del hombre de este tiempo. Pero en contraposición, si hay que tomar real conciencia sobre estos peligros: concientización real como prioritaria necesidad de salvar la vida del Planeta Tierra. Y en esta dirección un doble propósito: 1) Primero, en términos reales, creer-conocer esta grave amenaza, y que de no modificar su actual tendencia creciente, los acontecimientos climáticos producirán mutaciones negativas-irreversibles en la evolución general de la vida, y acelerará el ritmo de extinción de especies. Y dentro de esta conciencia, identificar a los verdaderos responsables para obligarles a detener la depredación y que asuman su responsabilidad en cada nivel que actúan. (2) Y con este conocer, emprender un activo movimiento-acción autosostenido que construya una fuerte participación colectiva y genere en verdad una necesaria conciencia ambiental como parte sustancial de la vida misma. Esto obliga sustituir la actual estructura socioeconómica por otra distinta que realice la producción social con fuentes de energías no contaminantes –las energías “limpias”- dirigida a la plena satisfacción humana del hombre, y no para el enriquecimiento-apropiación privada de Élites o minorías dominantes. En síntesis, transformación del actual modo de la producción social de la vida por otro que verdaderamente satisfaga a esta vida social. Hacer triunfar la vida sobre la antivida de hoy.


Y decir “Día Internacional de la Tierra” es una contradicción frente a ciertas realidades que son afrentas a la vida.  A manera de ilustración, veamos 3 casos: 1) Todavía “vive” con vigor la Institución de la Guerra, que es la gran enemiga de la Tierra, porque le ha causado –y le causa- grandes estragos en pérdidas de vidas, destrucción del suelo y contaminación radioactiva. Además de sembrar el odio entre los hombres. Hasta cuándo esta Institución rige la vida y parte de la Ciencia se dedica a ella! Hasta cuándo crear al “hombre militar”! –en Universidades, Academias, Cuarteles, Ejércitos, etc.- con la única finalidad de matar hombres bajo el pretexto de defender a la “Patria” contra otras “Patrias”. Porque, en verdad ¿qué es un militar, un avión, un acorazado, una Institución militar, etc.? Son “hombre” para matar, “educación” para matar, armas-máquinas para matar a hombres que ni siquiera se conocen entre sí. Y con estas matanzas “montar” regímenes para enriquecer a las minorías gobiernos-clases-dominantes a costa de la sobrevivencia de naciones de hombres. Y si se llegara –una ilusión, un sueño- invertir las enormes sumas que se gastan en sostenerla, para en verdad construir una real conciencia ambiental, no solo se avanzaría en la salvación del planeta, sino también, llegar a convertirlo en un verdadero hábitat-hogar, y de paso, extinguiríamos a esta Institución de la guerra.

(2) Informes de científicos marinos –incluso de la ONU-, alertan que de seguir la Industria-pesca con el ritmo de su devastación actual,  tendríamos para el 2048 océanos con una vida marina al borde de la extinción. Y otros muestran una Agroindustria que está dejando a las tierras –incluyendo a la Amazonia- casi sin bosques primarios. Y ambas producen muchas “rupturas” –en aguas y tierras- en la cadena de la vida difíciles de cerrar. Entonces, de un océano de donde vino la vida tendríamos otro casi ausente de ella. Y de unas tierras-vegetación productoras del oxígeno que respiramos y del bióxido de carbono para la fotosíntesis –base de la vida-, estamos heredando unas tierras diezmadas en sus fuentes para crear y sostener a la vida. ¿Y cómo vivir con océanos casi sin vida y tierras-vegetación desertizadas? (3) Y en general, hoy vemos a una industria y a su urbanización que “progresan” a ritmos impresionantes “tragándose” a la flora y a la fauna. Y junto a este “apetito” voraz, la consiguiente contaminación de las aguas, tierras y aire. Nada escapa a su acción. Y esta depredación se hace para la producción y asentamiento de la vida moderna. La misma Ciencia afirma que esta vida bien podría realizarse de otro modo distinto: una vida “moderna” enteramente humana, que preserva el hogar planeta Tierra. Invitamos a este vínculo (presionar tecla “Ctrl”+Clic), y vea la lenta extinción de corales que son formas básicas y primarias de la vida.


Ahora se proclama “Día Internacional de la Tierra” para “generar participación y conciencia ambiental” ¿cómo entender este llamado cuando la Tierra vive graves desequilibrios a causa de la acción depredadora que el hombre ejerce sobre ella? En verdad,  si dejáramos de ejercer esta depredación, entonces, estaríamos forjando participación y conciencia. Pero este “Día” es como un “enlace” más de una madeja-juego perversa de ironías y paradojas en el que el hombre de este tiempo “gasta” su vida, al igual que el engañoso tejido de sus guerras y conflictos diversos  de “Patrias” contra “Patrias”, que de paso, se “traga” la vida de la Tierra. ¿O es que estos desequilibrios quieren que los entendamos como rupturas que “llueven” del cielo o surgieron solo, o que creamos que los ocasiona la propia Tierra o son el castigo de algún Dios enojado? ¿O sólo se quiere edulcorar la responsabilidad o autoría de este hombre en el desencadenamiento de los llamados “desastres naturales”? O ¿es un mea culpa global vergonzante?, un “yo si los he causado, pero para fundar mi vida moderna”, y apenas saca su dedo índice que apunta a su pecho.

Entonces, este “Día Internacional de la Tierra” es una especie de autoacusación a nivel mundial que el hombre de éste tiempo se hace a sí mismo. Pero una autoacusación que rebosa ironías y paradojas, porque su acción depredadora, sobre la cual asienta su modo de vida, sólo tiene como finalidad la del enriquecimiento particular-privado de la Élite Global gobernante-dominante del mundo. Y en contrapartida, ocasiona otro “enriquecimiento”, pero de ignorancia, miseria, enfermedades, precarias concentraciones urbanas. En síntesis, la pobreza –sustancia letal de la vida social- de la mayoría social también global para configurarle un modo de vida general de sobrevivencia que paradójicamente garantiza, sustenta y justifica el modo de vida de ésta macro Élite. Y la “majestuosidad”, ostentación, visión de bienestar material –el “buen vivir”- que exhiben sus ciudades, no son más que “islas de lujo” que contrastan con ese gran “océano” de precaria urbanidad-rural en que vive esta mayoría social dentro de los  8.000 millones de habitantes que ocupa la Tierra. Y ambos modos de vidas configuran la actual vida moderna, que en términos reales no es más que la negación de la verdadera vida: la antivida.

Y esta vida moderna, a través de la cual este hombre consagra su acción contra la Tierra, ¿para qué proclama éste “Día Internacional de la Tierra”? ¿acaso un velado anuncio más de su guerra contra la vida, la continuación de su acción histórica depredadora? Un hacer, una historia de un positivismo de pasado milenario que llega al presente también milenario, pretendiendo seguir arrancando trozos al tiempo futuro para convertirlos otra vez en los mismos pasados y presentes. En síntesis, una historia positivista de dominio y depredación global sobre la Tierra. ¿Y no cabe otra posibilidad? Creemos que dentro de ella no hay ninguna. Pero si creemos que desde la contrapartida dialéctica que su propia acción genera, podría iniciarse –que bien pudiera ser del seno de la mayoría social global-, un proceso de construcción de otra manera distinta de ver y hacer la vida, otra historia antipositivista que en verdad pertenezca a la vida verdadera.

Invitamos a visitar el siguiente vínculo, cuyo lugar que describe bien podría ser la generalidad de hábitat del planeta Tierra, y no una excepción de explotación para el turismo


Construir lugares como éste en todo el planeta Tierra –y con el actual conocimiento científico es posible hacerlo-, a partir de una nueva conciencia, una conciencia de y para la verdadera vida, podríamos llegar acabar con esta situación que amenaza la existencia de la vida en la Tierra. Entonces, si podríamos tener un Día mundial de la Tierra para celebrarlo porque existiría un hombre que realmente, verdaderamente, vive una vida verdadera en medio de una felicidad verdadera. Pero, necesariamente, utilizando la Ciencia y una conciencia cónsona con ella, primero tenemos que extinguir la actual amenaza al Planeta Tierra. ¡Casi rogamos que vean el siguiente video!


La edad de la Tierra es de unos 4.500 millones de años. La vida, entonces, también tiene una edad cercana a estos 4.500 millones de años. Y la edad del  hombre  unos 200.000 años, sin embargo su actividad –acelerada en los últimos 50 años- la ha modificado sustancialmente. Y veamos, sintamos a la Tierra girando, a la naturaleza como el “autor”, el gran poeta. Y la vida, su poema más hermoso. ¿Llegará el hombre a destruir al poeta y a su poema? ¿O podrá agigantarlo donde siempre vivirá? Nos anotamos en ésta última opción.