martes, junio 14, 2011

Las fuerzas de la Tierra están vivas

De todos los seres vivos
el hombre es el único que
después de morir
lo lloran  lo rezan
lo entierran lo queman
lo lanzan al mar
según cada religión
según cada costumbre
y en su andar por cada miligramo 
que acumula en riqueza material
mueren millones
y lo hace con pasión
un culto a la muerte.
Y por qué?
por amor?
por haber vivido?




Pero también es un ser único
porque en brevísimo tiempo
lo olvidan.

Pero aquel ser que llaman animal
y ese  ser que nombran vegetal
no lo hacen
ellos mueren para vivir
un culto al vivir

Pero el hombre
aún en su andar hacia atrás
cuánta luz ha encendido
en su lamparita de tierra



En http://elvuelodelazulejo.blogspot.com/, el 4/06/2011, se publicó el artículo “Palabras de un astronauta”. Allí se expone la “gigante contradicción” que hoy vive la humanidad, y con ella, el planeta Tierra. Una contradicción donde el vivir está atrapado:: por un lado, el conocimiento, la Ciencia, señala todo lo que habría que hacer para dar felicidad al hombre, si en verdad se aplicara a la real necesidad humana junto a los ingentes recursos que se disponen. Y por el otro, en contrario, una actividad destructora que asola a la Tierra, que paulatina se extiende y profundiza. Ésta conforma una vida de acumulación de riquezas y privilegios para una minoría social –la élite, dueña del poder político, económico, militar, ideológico y social de la sociedad-, y como contraparte, un polo de miseria, engaños, enfermedades, violencia, ignorancia y educación alienadora para la gran mayoría social, la cual sirve de apoyo a la Élite : socioeconomía opulenta contra socioeconomía precaria. Y así, se compone la vida social, pero con un rasgo dominante: una especie de vida mixta que combina mera supervivencia con paulatina extinción

                                                          Impacto degradador de la industrialización moderna

Y ahora, en http://laranaverde.blogspot.com, se expone otro lado de la vida en la Tierra: también como en paralelo o simultáneo, ocurren eventos que manifiestan el carácter vivo de la Tierra. A pesar del acontecer que la amenaza, ella expresa que aún está viva. Y de sus entrañas brotan fuerzas primigenias, las mismas con la que se talló y labró hace unos 5 mil millones de años, y que de tanto labrado y tallado, en alianza con la energía del sol, llegó a constituirse en increíble geografía: sólido relieve que se corona con sistemas montañosos, y casquetes polares al norte y sur. Sistemas acuíferos que lo cubren y atraviesan. La química-bioquímica oceánica generador de la clorofila para cuajarse en frutos y colores. La mágica evolución abriéndose en un proceso de diferenciación a partir de organismos unicelulares. Y por encima, en gesto materno, el velo azul atmósfera como manto protector, vasos comunicantes de calor, y acelerador energético de las formaciones orgánicas e inorgánicas. Y más arriba, el gran surtidor de energías y fuerzas creadoras: el Sol como centro dinámico que nos conecta a todo el universo: 5 mil millones de años de creación ininterrumpida.

                             Hipótesis científica del aspecto de la Tierra hace unos 3.400-3600 millones años

Y este gigante conjunto, poniendo en juegos sus fuerzas creadoras –gravedad, centrífuga, hidráulicas, eólicas, radiación, magnetismo-, dará a luz el asombro del universo: la vida. Y de ella, su embrión luminoso, su poema heroico: el hombre para que continúe la talla, el labrado, la artesanía, la arquitectura, y asegurar en el tiempo una feliz existencia.

El hombre debería oír e interpretar los “rugidos” de la Tierra, y rememorar en su “lenguaje” geológico aquella  historia de su pasado creador cuando constituyó su vida primitiva. Y terminar de entender cuáles han sido, y son, las fuerzas destructoras y contaminantes –incluyendo la acción depredadora del hombre-, y cuáles han sido, son, y serán las reales fuerzas creadoras y benefactoras -incluyendo la humana, hoy postergada- de la vida sobre la Tierra. Y en las primeras, no dudamos en señalar a la de la industrialización del petróleo, la de la energía de la fisión atómica, la industria de la guerra y la institución de la política moderna. Y también, sin vacilar, creemos que éstas con urgencia deben ser totalmente sustituidas -a través de una planificación científica ejecutada en plazos graduales-  por las fuerzas segundas: humana, eólicas, solares, hidráulicas, eléctricas y magnéticas, las mecánicas internas-externas, la actividad química y bioquímica del agua-tierra-aire. Pero hacerse en forma integral, prioritaria, responsable y consciente, no en la forma  marginal, inconstante, vacilante, irracional como hoy se hace: más basada en anuncios, declaraciones y meros foros, que en una real y verdadera práctica de realizaciones. Veamos imágenes de la Tierra viva.

                                             Erupción del Puyahue en Chile Sur_ 5 de Junio 2011

                                      Puyahue Sur de Chile, en erupción_5 de junio de 2011

              Erupción del volcán Grimsvotn en el glacial Eyjafjailajokul_Islandia_21 de mayo 2011

                  Erupción del volcán Grimsvotn en el glacial Eyjafjailajokul_Islandia_ 21 de mayo 2011

                                      Tormenta de verano en Jammu, India_9 de mayo 2011

                              Tormenta Eléctrica en Buenos Aires, Argentina_3 de abril 2011

                  Tormenta Eléctrica en kathmandu, capital de Nepal_Asia_Primero de abril 2011

                                                         Tornado eléctrico en Jospin, Missouri_ 3 de abril 2011

                                                             Concentración de fitoplanton en costas de Escocia

El Mar Negro cubierto de fitoplantón

                                                                        Fitoplancton en las costas de Argentina

                                                                                        Comunidad de corales

                                                                                                                
Preguntamos. A partir de estas fuerzas primigenias –cada vez más reducidas-, ¿podríamos volver a la abundancia que fuimos? ¿Con ellas podríamos detener las nefastas fuerzas de la industrialización moderna? A partir de ellas, y de lo queda de su ecosistema, ¿no podríamos sustituir las fuerzas del petróleo, de la energía nuclear atómica, de la guerra, y de esta manera de hacer política? ¿No podríamos sustituir este actual modo de vivir por otro que asegure un mejor vivir cada vez más creciente -del hombre y de la Tierra- hacia el bienestar y felicidad global? Una realidad: todavía tenemos estas fuerzas primigenias que testimonian que el planeta Tierra aun está vivo. Pero, ¿hasta cuándo esperar?